Artículos y noticias

La integración de tecnologías de inteligencia artificial (IA) y procesamiento del lenguaje natural (PLN) como ChatGPT en los asuntos públicos tiene el potencial de transformar significativamente la prestación de servicios públicos y la participación ciudadana. Aunque estas herramientas tienen un enorme potencial para mejorar la prestación de servicios públicos y aumentar la participación ciudadana, también plantean importantes consideraciones éticas que deben abordarse cuidadosamente.

La preocupación más acuciante es la posibilidad de que la IA y ChatGPT perpetúen los prejuicios, la desinformación y la discriminación. Para los profesionales de los asuntos públicos, esto puede suponer un reto insuperable -especialmente cuando carecen de experiencia en un determinado campo. Para hacer frente a este problema, es crucial garantizar que las solicitudes de información se formulen adecuadamente y proporcionar directrices suficientes al chatbot para que sea consciente de los posibles escollos.  

La transparencia es otra consideración ética fundamental cuando se trata del uso de la IA y la PNL en los asuntos públicos. Es esencial que el público en general entienda claramente cómo se utilizan estas tecnologías para fundamentar las decisiones políticas y prestar servicios públicos. Los profesionales de los asuntos públicos deben ser transparentes sobre los datos y algoritmos que se utilizan para generar ideas y recomendaciones, así como sobre las posibles limitaciones y riesgos de estas tecnologías.

Las mejores prácticas para garantizar que estas consideraciones éticas y de gobernanza se tengan en cuenta en el uso de la IA y ChatGPT incluyen el diálogo y la colaboración continuos con todas las partes interesadas, incluidos los responsables políticos, las organizaciones de la sociedad civil y las comunidades afectadas. Además, debe haber un compromiso de supervisión y evaluación continuas de estas tecnologías para garantizar que cumplen los objetivos previstos y no causan consecuencias negativas no deseadas.

Es cierto que muchos de los problemas que afectan actualmente a estos servicios podrían resolverse a medida que crezcan, se desarrollen y aprendan. Pero por el momento, a medida que la IA se integra lentamente en el flujo de trabajo de los profesionales de los asuntos públicos y la política, estos problemas siguen siendo un dilema ético siempre presente que debe abordarse tanto a nivel individual como gubernamental.

Para garantizar que se abordan estos retos éticos en el uso de la IA y ChatGPT en los asuntos públicos, los profesionales de los asuntos públicos deben adoptar las mejores prácticas, como realizar evaluaciones éticas periódicas de sus sistemas de IA y PNL, establecer directrices y normas claras para el uso de estas herramientas y mantenerse constantemente al día sobre las mejores prácticas para su uso.

El RPP Center of Competence for AI and ChatGPT in public affairs ya ha empezado a trabajar en la elaboración de estas sólidas directrices y cuenta con una amplia gama de ejemplos de buenas prácticas que serán de gran utilidad para cualquier profesional que desee ampliar sus conocimientos. La sesión de formación dedicada a la ética y la gobernanza de tales tecnologías es un material esencial para cualquier experto en asuntos públicos deseoso de ir un paso por delante de la competencia.

Autor:
Anton Stoyanov
es_ESSpanish
Aviso sobre Cookies en WordPress por Real Cookie Banner